Es la primera vez que hago este jabón y estoy deseando probarlo aunque por el aspecto y tacto que tiene me parece que va a ser un gran descubrimiento.
Esta primavera en compañía de unos grandes amigos por fin encontré la planta, no os podéis imaginar la alegría que me entró cuando vi la planta cogí una flor y comprobé que era el codiciado hipérico allí nos pusimos todos como locos buscando las preciosas florecitas, y conseguimos unas cuantas, las suficientes para preparar un oleato en oliva que ha dado lugar a este bonito jabón.
Lo que mas me apena es que el maravilloso color rojo que tenia el aceite no se ha conservado, pero bueno el color que tiene no ha quedado mal del todo.
Por si alguien no conoce las propiedades de esta planta, voy a enumeraros alguna de ellas:
Es un potente antiinflamatorio, analgesico, antiséptico y cicatrizante, por lo tanto muy bueno para problemas de la piel como heridas, acné, quemaduras, ezcemas, dermatitis, etc.
También tiene en su composición aloe vera y mucilago de lino.
El aloe vera como ya sabéis todos es un potente regenerador celular y gran calmante para nuestra piel, pero esta vez he utilizado también por primera vez en un jabón el mucilago de lino, este se obtiene al poner las semillas de lino en remojo, se forma un agua gomosa que aporta una gran suavidad a la piel. Esta semilla tiene un alto contenido en ácidos grasos esenciales, en especial Omega-3, además es rica en componentes antibacterianos, todo ello le confieren propiedades adecuadas para la reparación, protección y cuidado de la piel.
Los componentes del jabón son: oleato de hipérico en oliva, aceites de coco, palma, soja y pepita de uva, aloe vera, mucilago de lino, aceites esenciales de romero, limón, te verde y la parte de agua es una infusión concentrada de hipérico y fumaria.